1. LA RED SOCIAL X. Parece que la revista Nature Communications ha estudiado el comportamiento de millones de usuarios en la mierda de X y confirma lo que todo el mundo sabe: es un basurero antes y después de Elon Musk. Como estoy por el rigor y el dato me interesa el estudio de Nature. Lo gracioso es cómo la gente y los negocios (The Guardian y La Vanguardia) están saliendo ordenadamente. Me pregunto qué habrían hecho si hubiese ganado Kamala Harris, porque X sería igual. El daño a las estrategias de Musk será mínimo. Tiene la Casa Blanca como plataforma grande. Pero que X pierda algo siempre es saludable. Otros muchos se quedarán porque "hay que combatir desde dentro", angelicos. Ni desde dentro ni desde fuera tumbarán ese bodrio. Está diseñado como el fentanilo: para no escapar cómodamente y hacer de zombi a su merced. Buena hora para leer Twitter. El pájaro de la discordia, de Kurt Wagner.
2. SAMUEL. Cinco tipos mataron a patadas a Samuel Luiz en A Coruña en la madrugada del 3 de julio de 2021. Les molestó que estuviese con unas amigas trasteando su propio móvil y aún más les incomodó que fuese homosexual. Son tres adultos y dos menores. Lo hincharon a golpes hasta reventarle el cuerpo. Después lo dejaron tirado en la acera muriéndose. Trabajaron en manada, como suelen hacerlo los estúpidos y los cobardes. El juicio contra estos asesinos está en la fase final. Deseo que les caigan las condenas más duras. Las peores. Y que en la cárcel les reciban como merecen. Y que pierdan allí los mejores años de su vida. Creo en la condición regeneradora del sistema penitenciario y en la justicia garantista, pero no creo tanto en la oportunidad que merecen algunos infames. Los tres adultos pasarán décadas encerrados hasta que vuelvan a la calle. Para entonces serán siempre lo que son ahora, aun sin sentencia: un saco de podredumbre y odio. Aquello que hicieron esas bestias sin mérito lo explica bien una película: Nunca vas a estar solo (2016), del chileno Alex Anwandter.
3. LUCES DE BOHEMIA. A lo mejor Eduardo Haro Tecglen tenía razón y Luces de bohemia, de Ramón María del Valle-Inclán, es la mejor obra del teatro hispánico del siglo XX. Apareció por entregas en el semanario España en 1920. En 1924 se publicó en libro la versión definitiva. Cumple 100 años. Ahora el director Eduardo Vasco la lleva al Teatro Español (hasta el 15 de diciembre y con todo el papel vendido) con dos actores de prodigio: Ginés García Millán (Max Estrella) y Antonio Molero (Latino de Hispalis). El zarandeo de Valle se mantiene en pie. Su palabra arde en todas direcciones para dar el retrato feroz de una España que en lo peor sigue siendo esta y es todas las Españas: la corrupción, el abuso de poder, la humillación, el desprecio a la cultura. Luces de bohemia es un espejo en llamas y otra muestra de cómo la mejor literatura lanza las palabras más lejos que la vida.